La espectadora

Me quedé congelada.
Entré en piloto automático
mientras entendía por qué.
Porqué todo se reduce a nada,
cuando se trata del amor!
Si la idea de quererte
de una manera más complicada,
era, a la vez, tan sencilla,
en mi cabeza.
Ver cómo deshojabas margaritas
pensando en él,
me dio la certeza absoluta,
de que, para ti,
estaba mal amar a otra mujer.
Yo quería ser más que tu amiga.
Yo quería ser tu todo,
pero, sobre todo, te quería feliz.
Así que fui alejándome,
acostumbrándome al dolor
de amar a quien no te ve.
Y cotilleando por la red
vi mi vida soñada,
a través de la pantalla
Cómo una espectadora más.