Poesía

Poesía, te has vestido con
palabras malditas,
abrigada con la piel, y el desencanto,
tus zapatos se han lanzado
a andar antes que tú,
dando vida y dolor a quien te calzara.
Y en tu doble cara, ¡oh poesía!
amor o agonía,
disfrazada otra vez, entre letras y rimas,
vas matándome lenta, certera,
disfrutando las vistas del vacío que surcas.
Poesía, en tu nombre vive el hombre herido
poetas, enamorados, libros, plumas y delirio
pan para el hambre del mendigo
que un día conoció el amor, y lo llevó al olvido.
¡Oh poesía! los grandes de tus letras han partido,
la nueva generación poética ya no escribe,
solo escupen al amor y abren heridas.
Tu olvidada voz, yace en páginas perennes,
empolvadas en estantes o raídas,
¡Oh poesía!
contágiame una vez más con tu dulce veneno.
Elijo vivir en tu garras, alada, inquieta y cuerda,
por mis venas tinta negra, en mi mente tu castillo,
vivir para servirte ¡oh poesía!
para destilar de tu esencia el romanticismo,
y devolverlo al mundo de los que aun te sueñan.