Proyectiles

Tu versión la recibí
como proyectiles,
disparados contra
pecho descubierto.
Y ahora ¿qué quieres?
¿Confeti de colores
y palmaditas en la espalda?
No pensaste en las consecuencias,
ni en hogares rotos
ni en corazones partidos.
Ni siquiera valoraste por un segundo
qué sería de nosotras.
qué sería de mí...
mala amiga.
¡Te has quedado tan ancha,
y yo, sin aire!
Sin saber qué demonios hacer,
saqué la bandera blanca
y te di las gracias.
La verdad por delante,
duele menos
Que la mentira escondida.